"O amor pela leitura é algo que se aprende mas não se ensina. Da mesma forma que ninguém nos pode obrigar a enamorar-nos, ninguém nos pode obrigar a amar um livro. São coisas que ocorrem por razões misteriosas, mas estou convencido que há um livro que espera por cada um de nós. Em algum lugar da biblioteca há uma página que foi escrita somente para nós" (Alberto Manguel) —
domingo, 28 de agosto de 2011
Verde fue mi selva, un libro que homenajea a la Amazonía
Verde fue mi selva, un libro que homenajea a la Amazonía
Galardonado con el premio Skipping Stones de Estados Unidos como uno de los mejores libros multiculturales y étnicos y considerado uno de los 10 libros del canon de literatura infantil latinoamericana del siglo XX, Verde fue mi selva, de la escritora ecuatoriana Edna Iturralde, es un homenaje a las etnias de la Amazonía.
Fecha de Publicación: 2011-07-25 00:00
Trama
Para leer Verde fue mi selva, hay que hacerlo desde la jovial presentación de Soledad Córdova. De manera poco convencional, convence al lector para introducirle a su lectura y lo consigue. La simple manera de dirigirse al joven lector es el primer escalón para proseguir con la lectura.
Son 13 historias que tiene el libro y en cada una hay una breve referencia de los protagonistas, achuar, shuar, huaorani, secoya, siona, quichua y cofán. Son todas ellas historias que describen el modo de vida de los habitantes de la selva, sus aventuras, sus paisajes, su manera excepcional de convivir con respeto y armonía con la flora y fauna que la autora visitó y conoció para escribir la obra.
Todos sus protagonistas en Guerra, La vacuna, Felicidad, Cacería, Necep y el perro que no sabía ladrar, Las letras, La barca de la luna, Los tigres van al cielo, El río, Las plantas mágicas, Verde fue mi selva y la gente, son niños que a su manera se convierten en pequeños héroes.
Así, en Guerra, Tetsem, dentro de su ingenuidad, detiene la bola de fuego que el brujo viera y anunciara como presagio. O a Chuji y Shakaím, quienes descubren la brujería de la vacuna, o en el pueblo shuar, el lector descubrirá a Tukup, quien a la espera de la presa espera convertirse en futuro cazador.
Así, en cada uno de los cuentos, el lector se introducirá en un mundo cargado de mito, magia y realidad, para que, a través de la experiencia de Edna Iturralde, podamos conocer un poquito más allá de lo que dicen los libros académicos.
En Verde fue mi selva confluye no solo los cuentos que escribe la autora, sino las ilustraciones que Eulalia Cornejo, Santiago González y Mauricio Maggiorini han dibujado para acercarnos a un mundo un tanto lejano de nuestra realidad. (MFT)
Cuenca.
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