Yunus empezó a contar:
»Esta historia se desarrolla en un país lejano y trata de tres hombres que eran considerados los más sabios del país. Dos de ellos no se daban por satisfechos con eso. Querían saber cuál de los tres era el más sabio. Así pues, se reunieron bajo un gran árbol en un lugar apartado, en mitad del desierto, para averiguarlo.
»El primero dijo: “Gracias a mi talento y a mis conocimientos, soy capaz de crear un león, tan perfecto y natural, que resulta imposible distinguirlo de un verdadero león”. Y. empleando los más diversos materiales y substancias, empezó a componer la figura de un león, con tanta exactitud que, en efecto, era idéntica a un león verdadero hasta en la última pestaña.
El segundo dijo: “Debo reconocer que tu león es perfecto en todos sus detalles; pero al conjunto le falta algo un hálito de vida. Yo, gracias a mi talento y conocimientos, soy capaz de insuflar vida a esta figura inerte”. Y empezó a hacer los preparativos para cumplir lo dicho.
»Entonces lo interrumpió el tercero y dijo: “¿Habéis pensado en que eso que acabáis de crear y que queréis despertar a la vida es un león?.”
»El primero dijo: “¡Deja que lo intente, no lo conseguirá!”.
»El segundo dijo: “¿Quieres que mi ciencia no dé sus frutos?”.
»El tercero se ató los faldones de la túnica al cinturón y dijo: “Esperad un momento, hasta que haya subido al árbol”.
»Y, así, al final, una fiera salvaje decidió cuál de los tres era el más sabio.
Y este sabio tuvo suerte de que hubiera un árbol en mitad del desierto, quiso añadir Yunus; pero lo dejó estar.
El Puente de Alcántara
Frank Baer
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