«Me preocupa que en la actualidad la poesía sea responsable, porque la poesía es la conciencia del pueblo, y cuando hay una revolución a los primeros que eliminan son a los poetas», dijo el premio Nobel de Literatura, el antillano Derek Walcott (Santa Lucía, 1930), quien participó ayer con una lectura de sus poemas en el Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP).
La mayoría de sus poemarios, un total de quince libros, tiene al Caribe como mar de fondo. Walcott escribe en inglés. La editorial del FIP acaba de publicar una antología de sus poemas, «una edición que se ha llevado gracias a la granadina editorial Comares», indicó el director del encuentro poético, Fernando Valverde.
En estos tiempos en los que todo se mide a través del parámetro mercantil y de rentabilidad, Walcott indicó que por esa razón «no hay miedo a que la poesía desaparezca, porque es algo tan natural al ser humano como la respiración». «No puedo adivinar la dirección que tomará la poesía, pero eso es lo bonito, sin embargo el género seguirá apareciendo y no va a morir», añadió.
Agradable
Hace dieciocho años que le fue concedido el Premio Nobel, «un error muy grande», dijo el escritor en tono irónico. Este galardón le cambió la vida, «porque he viajado por todo el mundo y he hecho muy buenos amigos en diferentes países». «El Nobel es un acontecimiento muy importante que es independiente de donde sea el escritor que lo recibe», comentó el poeta y dramaturgo.
Santa Lucía es una pequeña isla caribeña rodeada de territorios en los que predomina el español como lengua, pero Walcott aseguró saber «muy poco de español». Por esta razón desconoce la calidad de las traducciones de sus textos. «Hay poetas hispanoamericanos muy buenos y conozco a escritores como Gabriel García Márquez, que son muy importantes para mí, porque hacen una literatura para agradar», comentó. Walcott matizó que con «agradar» pretendía explicar que la «literatura escrita en español, por la propia naturaleza del lenguaje, agrada al lector». «Yo soy muy aburrido y por eso no soy español», añadió a modo de broma. «La lengua española tiene alegría en sí misma, de ahí que no se pueda hablar sin mover las manos», comentó el dramaturgo caribeño.
En cuanto a la presencia de García Lorca en sus poemas y en la cultura de Trinidad y Tobago, indicó que hay una «influencia muy fuerte de la cultura española, en especial en la música, y es precisamente la faceta musical del poeta granadino la que más alcanza la literatura de Trinidad». Reconoció que en su obra se aprecian influencias de la poesía española.
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